Dos caras. Dos maneras de vivir. Dos opuestos. Eso mostró Comu el Jueves a la noche frente a Platense "B".
El Cartero venía golpeado luego de sus dos derrotas. Y se encontró con un rival flojo técnicamente. A simple vista se veía que el partido estaba casi ganado. Solo debían poner la pelota a rodar y dejar que todo fluya.
Y así fue. Todo fluyó hacia el arco de Comu. Un parcial de 6-0 en contra y casi 20 minutos sin hacer goles comenzaron a dibujar lo que fue el peor primer tiempo de este equipo en toda su historia. Nada salía, y para colmo, Platense se hacía efectivo en la red, no mucho, porque Rulo tapaba algunas, pero lo suficiente para irse ganando 10 a 4 en la primera mitad.
No hay error. Fueron 4 los goles que Comu metió en 30 minutos de juego. CUATRO.
No hubo charla técnica, solo corrimos y tratamos de levantarnos el ánimo, de reencontrarnos con lo que alguna vez fuimos.
Y así fue en la segunda parte. No hubo handball bonito, pero sí actitud.
Porque lo que hay que hacer en el handball, en el deporte en general y en cualquier cosa de la VIDA cuando las cosas no salen, es poner el cuerpo, dejar la vida en cada encrucijada y tener la cabeza suficiente para no bajar los brazos. Nunca.
Y Comu lo hizo.
Sufrió hasta el final, hasta el último segundo.
Ojalá esto sea un nuevo comienzo en la era de Comu. Ojalá sirva para darnos cuenta que poniendo ´CORAZÓN se puede lograr algo que parece imposible.
Ojalá sirva para que dejemos todo en la cancha SIEMPRE.
De esa forma no habrá reproches. Ni para los demás, ni esos que más duelen. Esos que nos hacemos cada uno de nosotros cuando estamos solos, con la cabeza en la almohada.
Somos 17 y tenemos que estar unidos. No importa quien está adentro, afuera o no convocado, somos uno, somos Comu.
Platense "B" 17 - 18 Comu
